domingo, 29 de abril de 2012

Como Pedro Navaja.


Que mucho hemos cantado “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, pero otra cosa es vivirla.

Presa de ataques de pánico estas últimas semanas, me he encontrado con algo para lo que no estaba preparada.

Yo soy madre de un varón. Martin Eduardo. Criar varones es bien diferente a las nenas. Aqui se compraban Tonka trucks, figuras de super heroes, te presionaban para las “tenis” última moda y les daba igual si el cumpleaños era de monstruos, super heroes o muñequitos.

En Disney no era Minnie sino Mickey mientras las montañas rusas siempre ganando al castillo de Cinderella. Los preparativos para campamentos de verano, boarding school y la universidad con los nenes es siempre más sencillo. Si acaso, te dicen el color de la colcha y después que tengan buena tele y sistema de música, acompañado de un generoso “allowance”, el resto no es importante.

Por esto me ha sorprendido la vida al tener que hacer no solo de madre del novio, sino de la novia. Un dual job para el cual no estaba preparada. ¿Qué me dedico a hacer eventos?, sí, es cierto. Pero los eventos corporativos son cerebrales, eficientes, con lógica.

Las bodas…esto son otros 20 pesos. La madres de las nenas tienen toda una vida planificando trajes – graduaciones, primeras comuniones, los primeros bailes, senior proms, galas…

De momento y porque la vida le arrebató en una injusticia que Dios solo sabe el motivo, Michelle, mi nuera en 6 días, me pidió la ayudara a planificar su boda. Claro, el pedido a través de Martin, lo que imposibilitó un no. De mi boca solo ¿estás loco?

Y para colmo la distancia….ellos en NYC y yo, Macondo. He escogido invitaciones, ordenado monograma, negociado menú y peleado por su ejecución, he vuelto loca a la admnistración del hotel, a la coordinadora ni se diga… He acompañado a fittings donde Harry, visita a las Padilla… Me he transformado en la madre de bridezilla y todo por no haber tenido la experiencia y la paciencia de bregar con una hija.

Pero bueno, si la vida te da limones, hay que hacer limonada. Yo no estaba preparada para ser “mother of the bride” pero “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.

Solo pido no convertirme en “monster in law” porque de que tengo la capacidad, no hay duda. Esto me lleva a tirarme la mayor de las carcajadas, en medio de otro ataque de pánico que mientras escribo, comienza.

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