Que mucho hemos cantado “La vida te da sorpresas, sorpresas
te da la vida”, pero otra cosa es vivirla.
Presa de ataques de pánico estas últimas semanas, me he
encontrado con algo para lo que no estaba preparada.
Yo soy madre de un varón. Martin Eduardo. Criar varones es
bien diferente a las nenas. Aqui se compraban Tonka trucks, figuras de super
heroes, te presionaban para las “tenis” última moda y les daba igual si el
cumpleaños era de monstruos, super heroes o muñequitos.
En Disney no era Minnie sino Mickey mientras las montañas
rusas siempre ganando al castillo
de Cinderella. Los preparativos para campamentos de verano, boarding school y
la universidad con los nenes es siempre más sencillo. Si acaso, te dicen el
color de la colcha y después que tengan buena tele y sistema de música,
acompañado de un generoso “allowance”, el resto no es importante.
Por esto me ha sorprendido la vida al tener que hacer no
solo de madre del novio, sino de la novia. Un dual job para el cual no estaba
preparada. ¿Qué me dedico a hacer eventos?, sí, es cierto. Pero los eventos
corporativos son cerebrales, eficientes, con lógica.
Las bodas…esto son otros 20 pesos. La madres de las nenas
tienen toda una vida planificando trajes – graduaciones, primeras comuniones,
los primeros bailes, senior proms, galas…
De momento y porque la vida le arrebató en una injusticia
que Dios solo sabe el motivo, Michelle, mi nuera en 6 días, me pidió la ayudara
a planificar su boda. Claro, el pedido a través de Martin, lo que imposibilitó
un no. De mi boca solo ¿estás loco?
Y para colmo la distancia….ellos en NYC y yo, Macondo. He
escogido invitaciones, ordenado monograma, negociado menú y peleado por su
ejecución, he vuelto loca a la admnistración del hotel, a la coordinadora ni se
diga… He acompañado a fittings donde Harry, visita a las Padilla… Me he
transformado en la madre de bridezilla y todo por no haber tenido la
experiencia y la paciencia de bregar con una hija.
Pero bueno, si la vida te da limones, hay que hacer
limonada. Yo no estaba preparada para ser “mother of the bride” pero “la vida
te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.
Solo pido no convertirme en “monster in law” porque de que
tengo la capacidad, no hay duda. Esto me lleva a tirarme la mayor de las
carcajadas, en medio de otro ataque de pánico que mientras escribo, comienza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario