domingo, 28 de octubre de 2012

Tilde's Two Cents: Sociales. ¿A quién le importa?

Tilde's Two Cents: Sociales. ¿A quién le importa?: Una interna que tuve en la ofi decía – “Cuando algo me gusta, me encanta” y esta frase describe a perfección nuestra tradición de...

Sociales. ¿A quién le importa?


Una interna que tuve en la ofi decía – “Cuando algo me gusta, me encanta” y esta frase describe a perfección nuestra tradición de estasajar las revistas y diarios sociales.

Nos encanta ver las fotos – ahora con múltiples opciones de páginas web – para criticar en detalle y con pasión desmedida a los que salen. Lo peor es que a veces si la foto es tuya, ¡ay Dios mío! sabes que ese día la despellejada eres tu.

Y ¿quiénes salen? ¿A quienes se retrata? ¿Por qué unos si y a otros no? Me lo han preguntado más de una vez  - ¿Qué puedo hacer para salir? Hoy, decido pensar sobre esto pues tener una estrategia para que te retraten no necesariamente traduce a que la publiquen. Hay ciertas cosas que ayudan.

Si eres guapo o mujer linda, ya tienes la mitad de la pelea gana. Si padeces de falta de inteligencia ni lo pienses a menos que seas Miss Universe del año en curso, porque luego bruta y caducada no te ayuda. Si tienes $$$ en grandes cantidades pues te vuelves Mecenas y presides galas, entonces es obligado sacarte. Por igual, tienes que llegar tremprano a los eventos y seguir el código de vestimenta.

Hay que meterle dinerito al look. Me explico, outfit de Marshall’s y "look" de beauty de la esquina con zapatitos de rebaja, no te lleva lejos. El lector desea ver magia, fantasía para adormecerse aunque solo por un rato.

Las fotogalerías sociales sirven para darnos entretenimiento, transportarnos a un mundo donde todo brilla, hay risas y cero lágrimas. Es un cuento de hadas para adultos. Seamos, claros, nos hace falta un poco de diversión pues mira que las cosas están duras.

Eso si…un consejito….no trates de colarte en fotos sociales, el lector es listo, persipicaz y con el “ojo entrenáo”…Te indentificará como charro que “está colao”. Esto es muerte segura, cadena perpetua y jamás ni de background vuelves a salir.

La cámara definitivamente adora gente "linda", divertida, interesante, con personalidad. Por ser una máquina pensamos no distingue estos detalles. WRONG!, ese lente capta mucho más que imágenes, captura esencia Por esto cuando veas a los fotógrafos no intentes presentarte como lo que no eres, a ese no la engaña nadie.

Para aquellos que piensan las páginas sociales son una tontería, banalidad o ridiculez, les pregunto ¿no vas al cine? ¿no lees? ¿no te ríes? Detrás de esas fotos que muchos no valoran hay varias industrias abarrotadas de profesionales incansables, dedicados, responsables. Amén que ayuda a mover esta economía que bastante jodida está.

De ahora en adelante, no te avergüences de admitir lees sociales, ¡todo el mundo lo hace! Disfrútalas como yo y relájate un poco que bastante falta nos hace.

Me voy en busca y captura de mi lupa para ver las galerías sociales de otro domingo más.

domingo, 21 de octubre de 2012

Tilde's Two Cents: Momento de adiós.

Tilde's Two Cents: Momento de adiós.: Corrían tiempos de universitaria, más bien mi primer año, cuando le conocí. Como siempre se crean los grupetes – una amiga lleva ...

Momento de adiós.


Corrían tiempos de universitaria, más bien mi primer año, cuando le conocí. Como siempre se crean los grupetes – una amiga lleva a otra, los chicos añaden sus panas y cuando vienes a ver y como por arte de magia, se ha creado una pandilla.

Juntos siempre de fiesta, épocas sin grandes responsabilidades, llenos de esperanza y vivencias inolvidables. Luego, mi partida a continuar estudios en España y solo compartiendo en vacaciones a mi regreso entre curso y curso.

Por ley de vida, se inició la desbandada…..unos casados, otros solteros empedernidos pero siempre reencuentros fragmentados. Nunca volvimos a estar todos juntos.

Recuerdo cuando surgió la noticia de mi boda, este amigo – al que me refiero – me dijo – “Te casas con ese porque le salvé la vida. Se iba a caer una noche por la ventana del dorm”. Se refería al padre de mi hijo. Luego, en otro encuentro ya yo divorciada me dijo - “ Debí haber dejado que se cayera. Es más, debí haberle empujado”. Así era mi amigo Eddie Pujals.

Esta semana Dios se lo llevó como siempre, de sorpresa. 

Nunca estamos listos para decir adiós a los que queremos.
Mientras mi vida transcurría por esos mundos de Dios, su amistad con mi padre se transformaba de una de negocios a una simbiótica. Eran muy parecidos – chistosos, geniales, “raconteurs” por excelencia, de una calidad humana especial y sobretodo, incondicionales.

Con el continuo pasar de los años y luego de despedirse de Papi como bien dijo – “Antes que Gonzalo pierda la memoria” – se hizo muy cercano a mi hermano Gonzalo. Sus desayunos diarios en Kasalta y lo más extensos cada domingo, abrieron una serie de confidencias sobre política, historias de sociedad que gracias a la memoria fantástica de Eddie se adornaban de detalles que ya no disfrutaremos.

Y como la vida está llena de sorpresas, llevaba toda la vida casado con una compañera mía, de esas de siempre. Maribel es de las “santas” de mi curso. No de las diablas como yo. Mira por donde, mi amigo diablito vivió feliz un matrimonio con una “nena buena”. En ese balance perfecto crearon su familia – estable, normal, esa que el exilio cubano le había arrebatado a Eddie en su infancia.

Hoy te digo adiós. Fuiste parte de mi familia. Ya no te veré en Kasalta donde siempre tenías la habilidad de decirme una barbaridad diferente. 

Entraré y te buscaré para no encontrarte. Gonzalo no podrá ponerme al día con noticias llenas de tu insumo. Esto se acabó. Viviremos de tu recuerdo. Se me caen las lágrimas. ¡Adiós, mi querido Eddie!

domingo, 14 de octubre de 2012

Huyendo o al menos tratando


Visitando el nuevo penthouse de unos amigos confirmé lo mucho que me gusta escapar. Si, de mi realidad. Por un momento pensé estaba en NYC mirando “down 5th Avenue”.

Montarme en un avión, que como isleña debería ser mi línea directa de escape, no satisface mi sed de huir. ¡Quiero hacerlo al menos tres veces al día! Digo, al menos yo.

Disfrutando de la música de Pandora, la misma estación que escuchan en ese momento los que habitan Roma, entro de “shopping” a Net-a-Porter y observo boquiabierta que compran las chic de Qatar – ¿la jequesa? – o las de Londres - ¿será la mismísima Kate Middleton? – mientras esta curita en Boricualandia ordena unos hermosos “gatitos” de Charlotte Olympia. ¿Quién dice no nos movemos en el mismo círculo?

Y mientras dilucido si ver a Tony Bennet en San Juan en diciembre, quedo muda al ver fotos que incesantemente mis amigos postean directito del concierto de la Streisand en Brooklyn. ¿En cuántos sitios puedo estar de una vez?

Justo en ese momento…con dedo en tecla  “Send” para mi orden virtual – igual que mis amigas la Jequesa y Kate, me interrupe la llamada de mi travel partner que pide entre “rush” al restaurante en Viena donde cenar en despedida de año.

¿En que parte del globo me encuentro? Estoy desorientada…estoy perdida…bien confundida…

Mientras desde la pantalla de mi ordenador me confronta arrogante un Aedes aegypti…¡Ay coño, busca el Raid! Tilde, estás en San Juan.

domingo, 7 de octubre de 2012

Una cosa es la que pienso, otra la que me pasa.


Recuerdo el Baby Ballet. Era un segundo piso en la Avenida de Diego, cerca del Hospital Municipal. Cierro los ojos y me parece escuchar el particular tap tap de las alumnas en clase, la maestra dando instrucciones - "Punta, talón, punta, talón”. Mientras, las mamás visualizando sus nenas como prima ballerinas. Es decir todas, menos la mía.

Lillian estuvo clara desde el principio. A mí, no se me daba el ballet. Mientras los brazos tenían que ir hacia la derecha, los míos a la izquierda. Si la cabeza hacia arriba, la mía en dirección opuesta. Las clases seguían cada sábado pues eran parte obligada del curriculum de toda niña fina. “Es bueno para la postura y disciplina”, insistía mi abuela.

A mi, honestamente, me imporataba un bledo. Me encantaba ponerme el uniforme rosadito, cargar mi maleta con las zapatillas Capezio, y lo mejor, el “blackout” que me tomaba al final de la clase en la cafeteria del primer piso.

Ante el descubrimiento de la ausencia de talento absoluta en el tema plies y arabesques, segunda o tercera posición, decidieron las autoridades familiares que a mí tal vez se me darían mejor “los españoles”.

Ahora al taconeo y castañuelas, dejando atrás Santurce por el Viejo San Juan. Aquí la maestra carecía de la parejería o altanería de la “ballet mistress” sustituído por una pasión gitana que me alucinaba. Aquello de contonearse, subirse la falda y dar rienda a las emociones me pareció “right up my alley”. “Esto es otra cosa”, pensé.

Pero mis dedos quedaban tiesos con las castañuelas y los brazos carecían una vez más de ir en la dirección indicada. Luego de mi primer y último recital, claro yo en la fila de atrás, me quedé con el más hermoso traje de volantes azulmarino y bolero en oro lentejuelado. Debut y despedida. La peineta y los claveles terminaron engavetados ante mi falta de talento, una vez más.

Y pasaron los años….cuando ante un inminente viaje a la Feria de Abril en Sevilla, decidí burlar mi pasado y dar rienda suelta a la pasión gitana bajo maestra privada. Pensé la disciplina y tesón de mi adultez podían dar al traste con la ausencia de talento de una infancia olvidada.

Si una practica, repite hasta la saciedad y se lo propone, todo se logra. Wrong!!!!!!! Mis brazos continuaron en dirección opuesta y las vueltas me dejaron tan mareada como trompo. En fin, que esta nena ni tuvo ni tendrá talento para el baile. Aceptado, porque una cosa es la que pienso, otra la que me pasa.