domingo, 8 de abril de 2012

¿Quisiera ser duquesa?


Con el tema de Semana Santa veía en la tele imágenes de Cayetana de Alba visitando altares con Alfonso, su más reciente duque.

Ante la ausencia de candidatos para maridos – a nivel global porque en todos lados hay escasez – me puse a pensar como la Tana se da con este cromito de hombre.

¿Qué tiene ella que no tengo yo? Bastante.

Tiene multitud de títulos, palacios por donde quiere, unas cuantas sencillezes colgadas en las parededes de las multicasas, y aunque se queja de no tener cash flow, tiene chavos con ganas. Muchos dicen que por esto Alfonso está pegaíto de la teta caída de la Duquesa.

Ante mi realidad de falta de palacios, títulos, y obras de arte, compartimos falta de cash flow. Pero, si yo fuera Cayetana ¿me buscaba un Alfonso?

No se. A lo mejor siendo descocada me buscaba dos de 25 y no uno de 50+. Alfonso no es mi tipo, prefiero un “gitanazo” a lo Antonio Banderas. En esto la Melanie es más lista.

Yo me dedicaría a voltear mis palacios, irme a La Mammounia como las ancianas francesas con enfermera y un gigolo, que casarme con el flancito de Alfonso. Y cada vez que me engañaran, en lugar de llorar ante el Cristo de los Gitanos, secaba mi pena en Van Cleef and Arpels.

Pero pensándolo bien, la Duquesa no está tan mal. La mayoría de su edad están jugando al bingo o en un sillón viendo tele, mientras Cayetana se sienta en el suyo a escuchar con gusto cuando Alfonso le susurra, “Mi porcelana”. 

¡Olé Tana, olé!








No hay comentarios:

Publicar un comentario