domingo, 26 de junio de 2011

El inbox que cobró significado.


Un grupo de amigos caímos presos de la modalidad “go inbox”.

Go inbox, def. - acción que significa todo el mundo sepa hay chisme pero no lo vamos a compartir.

Esta es una de esas contradicciones maravillosas que solo se dan dentro de “social media” o sea, secreto a tutto vocce, chisme de pueblo estilo siglo XXI. Definitivamente, estábamos juquéaos.

Las noches eran las mejores. El “dir y venir” enloquecía las alarmas de los Iphone y Bberrys, dando más campanadas que Big Ben. Creamos un nuevo código de iniciales que alcanzó niveles tan complicados casi casi mandarín, matándonos de la risa cada vez que alguien preguntaba a quien ™£∞¶ nos referíamos.

En fin, nos divertía cada día más pero muy especialmente, transformaba a unos cuantos conocidos en una piña.

Como en todo, surgieron diferencias. Se sintieron  fuertemente sensibilidades encontradas, se dieron ausencias, hubo silencios a gritos, castigos por votación…total…el daño estaba hecho, nos habíamos convertido en grandes amigos. Sorprendentemente, la nueva juntilla fue tonta amenaza para algún que otro amigo de años.  

Transcurría todo al son de los suaves vaivenes de la cotidanidiad, hasta la tarde que la vida daba una de esas bofetadas que tumba…Uno del grupo recibía un mazazo. 

En un tris tras los “go inbox” se transformaron en mensajes de apoyo, preocupación grupal, ansiedad colectiva por un amigo…los comentarios cínicos dieron paso a paños de malva, las rabietas colectivas al abrazo solidario, la burla infantil a palabras solidarias.  

De momento y por la vertiginosidad del sufrimiento sorpresivo, el “go inbox” se convirtió en el mejor alcohlado para un cuerpo roto por la tristeza. Las palabras escritas recobraban su valor, innecesario el gritar mensajes porque un instante sirvió para recordar que las palabras ni se las lleva el viento, ni se pierden cuando presionas “delete”…

El lenguaje del consuelo y apoyo incondicional se graba en nuestro corazón con la misma intensidad que aquellas que tiempo atrás amarramos con cintas y guardamos en el baúl con el solo propósito de la perpetuidad. Gracias, ahora... go inbox…    


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