domingo, 4 de septiembre de 2011

Inclusivo o exclusivo. Casi casi como deshojar la margarita.


El otro día me comentaban - a son de chisme - una amiga cuestionaba a otra su asistencia a una fiesta. Increpaba el por qué…¡si son competencia!  Decía. En un reconocido restaurante, otra comentaba ¿pero esta salió en esas fotos y no me lo dijo? Especialmente molesta porque le había pedido boycott….

¡Qué clase de tontería! En esta islita nos mata esto de “si eres mi amiga, eres enemiga de aquella”; también, en casos de divorcio “o estás de mi lado o de él, pero con los dos NO”. ¿Qué me dices de las viradas de cara o vueltas de espalda disque por lealtad a otro? Bueno, estos no son tontos, son mal educados.

Soy firme creyente de la inclusión. Lección aprendida de un gran amigo en una situación de negocios hace años. Ante mi cuestionamiento si invitábamos a una reunión a una persona, me dijo – “Tilde, aprende en esta vida a ser inclusiva, no es exclusiva. Es la clave del éxito”.

A través de los años y en las ocasiones en que he olvidado esta lección, he cometido el error de poner en “holding pattern” – como cuando los aviones no pueden aterrizar - a personas que quiero. Me he arrepentido porque por un tiempo, unas veces más largo, otras más cortos, me he privado de su maravillosa compañía y su cariño. Menos mal, algunos los he recuperado. Otros, me arrepentiré haberles perdido por ser tonta. Igual, a unos cuantos ¡se queden dando vueltas!

Creo practico la inclusión en mi vida profesional y personal. Aquellos que quieran dar espalda, virar caras, y pelar como guineo, el mundo es redondo y siempre gira…. Al final, todo se sabe, toda cae en su sitio. Claro, discrepo de los que quieren ser amigos de todos para ser amigos de nadie. Esto es otro cantar.

Mientras, sigo pensando “the more the merrier”, la competencia es saludable, y que el éxito de una atrae otro para el vecino. Igual, estoy consciente de los hijuelas que andan por ahí. Somos grandecitos y conocemos de sobra no somos la excepción a la regla.

Los que poseen envidia, complejos y limitaciones intelectuales la cargarán no contra mi exclusivamente, sino hacia todos los que logren metas, alcancen sueños, progresen.

Si alguna ventaja tiene vivir en 100 x 35… eso de pueblo pequeño, infierno grande…es que sabemos quienes son. A pasar página y a vivir inclusivamente… Como suelo decir - ¡si les molesta, que se mediquen!

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