miércoles, 22 de diciembre de 2010

Pasión por las fotos. La nueva tecnología.

Me encanta este asunto de tomar fotos con las berrys o Iphones. Damos al traste con aquello de tener que esperar para ver como quedó “ese momento” que deseamos inmortalizar.

La tecnología ha sido la muerte del Kodak Moment. La nueva generación de seguro piensa Kodak es un fast food place que no ha llegado a Puerto Rico.

Ahora bien, la privacidad se ha ido al traste. Asumo ya no llaman a decirte el objeto de tus afectos está con otra. Mejor aún, te envían foto. Evidencia instantánea. Plasmados los cuernos. ¿Será admisible para probar adulterio? Allá en el tribunal…

Igualmente se postean las fotos de parties, almuerzos entre amistades o cumpleaños y a ti te  dieron bola negra. Ahí en Facebook la prueba que ya no estás tan “in” como piensas. Has quedado retratado – vaya la ironía – como el o la más “out” del grupo. Sin querer queriendo has recibido un buen cantazo a tu autoestima.

Ya no hay que depender que los fotógrafos de Imagen, Caras o Magacin decidan retratarte. O por igual, que las editoras te publiquen. No, ahora ves flash flash flash en las fiestas y son los teléfonos inteligentes en todo su esplendor.

Luego las pones en cualquiera de los espacios cibernéticos y entre el “sharing” y “tagging”, eres tan retratada como Lady Gaga o la futura esposita de Prince William. La galería te incluye peinada o despeinado, sobria o entonadita. Eres igual de celebrity que las Housewives o las estrellas de Hollywood.

También, al dudar que ponerte para destruir haciendo entradas triunfales en fiestas, te pruebas los outfits, te haces fotos de práctica y evitas posibles “fashion mistakes”. No ha sido necesario contratar a Rachel Zoe. Eres tu propia “stylist”. Digo, si no tienes gusto o estilo, ¡no te queda otro remedio que llamar a Arnaldo!

Pero mi favorito es lo mucho que agilizas tu shopping con las fotos via berry o Iphone. ¡Me encanta! Te envían fotos de la mercancía por email, texto, Facebook o Twitter y de inmediato sabes si te gusta o no. Llamas, das la tarjeta y envías a tu mensajero a recoger. O si long distance, Fedex es una bendición.

No tienes que meterte en el tapón, esperar un semana por el correo, ni hacer fila para el valet en Plaza.

Tu relajadita y tranquila en la terraza de Budatai tomándote unas Viuditas y disfrutando del paisaje. Allá el estrés que acabe con otro, porque este momento supremo no es de Kodak, ¡es tuyo!


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