domingo, 17 de octubre de 2010

Calladitos nos vemos más bonitos.


Los que presumimos de buenos amigos muchas veces pecamos de metiches. Basta saber tenemos un amigo con problemas, que más rápido que decir “WHAT?” ahí estamos. Incondicionales, disponibles 24/7, a por todas. Más solidarios que la mismísima Cruz Roja.

Pero ¿alguien nos llamó? Nuestro amigo en crisis ¿envió un SOS con nuestro nombre? ¿Recibimos un texto, llamada, nos tocaron a la puerta? No importa. No hace diferencia. Pecamos de presentáos.

A la soltá acostumbramos socorrer a nuestros amigos y llenarles la cabeza – probablemente ya dando más vueltas que la de Linda Blair en El Exorcista – con nuestras opiniones, experiencias similares, vivencias en común. Cuando nuestros amigos están jorobáos, lo que más necesitan son nuestro par de orejas para escucharles. Lo que menos – nuestra ristra interminable de consejos. La boca cerrada n’est pas mal!

A las bocazas como yo, esto nos cuesta lágrimas de sangre. Queremos dejarles saber hemos pasado por lo mismo. Peor aún, aconsejarles basado en nuestras experiencias y con la mejor de las intenciones, animarlos a que resuelvan de una vez por todas. A no extender su calvario….o mi frase favorita “a no flagelarse”.

…¿nos hemos detenido a pensar qué en verdad necesita nuestro amigo? Eso de que cada persona es un mundo, cierto es. Mami siempre dice que cada cual tiene su librito. Lo que importa comunicar es - nos tienes a tu lado.

Nada peor que sentirse acosado por las buenas intenciones, presionados para tomar una decisión. O como leía el lema de una iglesia “Para de sufrir”.

El que está en crisis lo sabe…que tiene que tomar acción, también…que no debe alargar la situación…obvio…Recordemos cuando hemos estado en ese lado de la ecuación. ¿Tan rápido olvidamos?

Nadie sabe lo que hay en la sopa, solo la cuchara que la mueve. Cada cual maneja sus problemas al tiempo y con las destrezas que Dios le echó en la maleta con que la cigüeña lo depositó en este mundo.
  
A los buenos amigos solo basta dejar saber nuestra disponibilidad…cariño…aceptación…todo lo demás sobra. Tratemos de respetar lo que sucede detrás de las puertas. Nuestros amigos saben una vez quiten el cerrojo…ahí estamos. Al pie del cañón.

¿Qué cuesta trabajo aguantarse? – claro. ¿Morderse la lengua? - ¿me lo dices a mí? Pero a veces silencio, paciencia, respeto, es lo que más hace falta al amigo en problemas.

Así que shhhh aunque con las muelas de atrás, porque calladitos nos vemos más bonitos.


3 comentarios:

  1. jajajaja... excelente. !Que vivan los presenta'os!
    Puej, que nos callen, pero al menos llegamos.
    :-P

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  2. Buena manera de empezar el dia. Cafe y Tilde's Two Cents! Me aplicare el consejo. En boca cerrada, no entran moscas. En asuntos de pareja, nunca es bueno aconsejar, porque se arreglan y uno queda terrible. En eso ultimo, trato de morderme la lengua. Uff, a veces dificil! Cariños Tilde y que viva la amistad incondicional! :)

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