jueves, 21 de octubre de 2010

La caja de “breakers”


Puedo entender acostarme con dolor de cabeza…pero levantarme con uno, es el colmo.

¿No se supone al acostarnos a dormir (valga la redundancia) es para descansar? ¿Tan terrible fueron mis sueños que amanezco explotá? No necesariamente, pero estoy buscando a oscuras las Advil y mi vaso de agua. Triste realidad la mía. Uff!

De pronto me encuentro a carcajadas. Me ha invadido el siguiente pensamiento - “Estoy como la caja de los breakers. En “overload” tumbando fusibles a diestra y siniestra”.

¿Cuántas veces al prender una unidad de los aires acondicionados sientes un halón de electricidad? ¿Con cuántos blowers has tumbado la electricidad de tu casa, en un bote, o los has frito en Europa con el cambio de voltaje?

Nuestro cerebro es igualito. O al menos, ¡el mío! Ignoro si soy 120, 220 o 440. Lo que puede asegurarte hoy es que mi caja de breakers está bastante cargadita. Vamos a hacer un repaso al estado de los “switches”.

La familia. Ok. La mía es pequeña. Inmediata solamente Martin, mi hermano Gonzalo y mami. Fácil, “not really”. Pensaríamos que cuando los hijos ya son grandecitos, las cosas se aligeran. No necesariamente. Hijos pequeños = problemas pequeños. Hijos grandes = problemas mayores. Sencillita la ecuación. Una vez has parido, cada vez que escuchas ¡Mami!... lo sigue siempre te va a sorprender. Por esto, la plegaria diaria de “Ay Dios mío, que a ese muchacho no le pase nada malo”. Este breaker, nunca sabes cuando se va a caer.

El trabajo. Soy yo ¿o las cosas están d-i-f-í-c-i-l-e-s? Como que cada día es más complicadito que el anterior…con todo y la tecnología – dis que te alivia – tienes más carga. Nada de lo que haces es suficiente. Todo es un problemón.  Todo se complica. Coño, ¡pues claro que vas a tumbar otro breaker! ¡Si esto está que no hay quien lo aguante!

El tráfico. Piensa. Cada vez que tienes que llegar a un sitio a una hora en específico…mejor llama a Walter Mercado. Aquí estamos peor que en Bangkok…una nunca sabe cuánto se va a tardar. No importa la hora del día o de la noche. Ah, y si tienes más de un compromiso, te chupó la bruja. Olvídate de ser puntual…ya endemoniastes a la otra parte…sean parientes o dolientes…caras largas te esperan. ¡Y otro breaker bien calientito!

Los imprevistos. Rutinita y calendario, aunque seas como un amigo mío que pone "post it" en lugar de escribir por no tener borrones (no juzgues…jajaja…que todos tenemos disfunciones), nunca sabes por donde viene la sorpresita que te jeringó todos los planes. Ja…aquí si que te fuiste en overload bien heavy. Ahora sí los huevos se pusieron a peseta. La planificación se fue pal’ …Felicidades. ¡Te acabas de volar otro par de breakers!

Y no sigo, porque …¡ya nos hemos volado más de la mitad de la caja de breakers del cerebro!…Nos late…tenemos dolor de cabeza…y no hay Advil, Tylenol o Panadol que lo arregle.

Es hora de meter mano a Xanax o a la Klono porque esto está de madre…Aunque siempre puedes irte al menos de weekend o shopping. Así, cuando te llegue  el estado mensual de la tarjeta, te vuelas el resto de los breakers. Priceless…  


2 comentarios:

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  2. Repito. No me gustan los errores ortográficos. Para el dolor de cabeza, en la semana un capuccino y un macchiato de Cafeto, Plaza Palmer. Bajé la dosis. Y los fines de semana, un expresso en mi casa. Se va, porque se va!

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