martes, 26 de octubre de 2010

Mi vida tiene South Pacific.

Los “remakes” de Hollywood, “revivals” en Broadway o “high-school musicals” han convertido a South Pacific en musical icónico.

Cada cual tiene su escena o canción favorita, personaje preferido o momento supremo. Yo, incurable romántica (lo creas o no) me rindo ante el personaje de Emile de Becque. Es sofisticado, misterioso, humano, generoso, poderoso, sensible. ¡Mi hombre perfecto!

A través de los años he tenido momentos chulísimos, vivencias parapelos, y dos o tres que no tienen precio…pero si tuviera que escoger el “South Pacific” de mi vida, confesaré que en tiempo real no es importante, en sentimientos al menos 3 vidas atrás.

Acompañada por el cansancio de cada viernes y con las muelas de atrás, en una ocasión tuve que servir de cicerone al invitado de un cliente. ¡Menudo tostón!

Llévalo para allá, enséñale esto, vueltita por aquí…o sea ¡niñera couture! Al “paquete” había que devolverlo al lugar donde se reuniría el resto del grupo para “sundowners”, en español – tragos a las 6. Con cara de “que bien la pasé” y loca por quitarme las tacas, cumplí la misión.

Y ahí, en un segundo con la mejor escenografía de “background” ¡tuve mi South Pacific!

Entre todas aquellas personas, un hombre caminó hacia mi y dijo – “Así que tu eres Matilde”.
Si habló algo más, si le contesté, no recuerdo. Solo escuché - “Some enchanted evening, you may see a stranger, you may see a stranger across a crowded room, and somehow you know, you know even then, that somehow you'll see him again and again”…

¡Era Emile de Becque! Se me dió.

¿Cuál es la historia? Igual a la tuya. Cuando menos lo imaginas, la vida nos sorprende placenteramente. Nos hemos acostumbrado a dale que dale con lo negativo, lo desagradable, lo triste. ¿De qué nos sirve? ¿Logramos algo?

De inmediato, te recomiendo busques papel y un boli o abras un documento en Word. Es tu oportunidad para escribir la listita de los momentos chulos que has vivido, los recuerdos que te hacen sonreir…suspirar…

Te preguntarás que pasó con mi Emile de Becque. Nos hicimos grandes amigos…descubrimos somos almas gemelas…al día de hoy la magia continúa, no se ha roto.

Literalmente, mientras lees, está camino a Venecia. Yo, en San Juan.

Para más detalles, puedes escuchar “This nearly was mine”, Rodgers and Hammerstein, South Pacific.


1 comentario:

  1. yo cantaba esa y todas las otras canciones de South Pacific en la sala de mi casa en los domingo sinfonicos de mami en la sala de 339 coll y toste roosevelt baldrich...lindos recuerdos! a mami le debo mi gusto por la musica

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